RESUMEN
- Y tú, ¿crees que es posible elegir tu destino a pesar de las dificultades que estamos viviendo? ¿Qué has hecho hasta ahora con tu vida, y qué crees que va a pasar de aquí en adelante?
- Mucha gente se pregunta cómo va a ser su vida, cómo van a acabar. Se preguntan si les van a ir bien, si van a tener éxito, si van a cumplir sus sueños. Se preguntan si van a tener la seguridad, el dinero y la influencia que necesitan para hacer todo lo que quieren hacer, para ellos mismos y para los demás.
- Pero muchas veces, cuando la gente habla de estas cosas, lo hace como si estuvieran fuera de su control, como si su destino dependiera siempre de cosas externas, del azar o de la suerte.
- Es verdad que el azar existe, y que no podemos controlarlo todo: la pandemia que estamos viviendo nos lo recuerda con toda claridad. Pero esa visión fatalista de su vida les quita poder, y les desanima para tomar decisiones valientes, para tomar las riendas de lo que hacen en el mundo.
- «Si crees que tu destino no depende de ti, estás perdiendo poder y libertad».
- Yo creo que, aunque la casualidad existe, la mayoría de las cosas no pasan por casualidad. Y creo que nuestra vida y nuestro destino van a depender en su mayor parte de tres factores: mira el vídeo completo para saber cuáles son.
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Cómo Elegir tu Destino (texto completo)
Y tú, ¿crees que es posible elegir tu destino? ¿Qué has hecho hasta ahora con tu vida, y qué crees que va a pasar de aquí en adelante?
Yo creo que el destino no es algo tan difícil de prever. Mucha gente se pregunta cómo va a ser su vida, cómo van a acabar. Se preguntan si les van a ir bien, si van a tener éxito, si van a cumplir sus sueños. Se preguntan si van a tener el dinero y la influencia que necesitan para hacer todo lo que quieren hacer, para ellos mismos y para otros también.

Muchas veces, cuando la gente habla de estas cosas lo hace como si estuvieran fuera de su control, como si su destino dependiera siempre de cosas externas, del azar o de la suerte. Y es verdad que no podemos controlarlo todo, y que la casualidad existe e influye en nuestra vida y en lo que nos pasa.
Pero también es verdad que esa visión de su vida les quita poder, y les desanima para tomar decisiones valientes, para tomar las riendas de lo que hacen en el mundo.
Yo creo que, aunque la casualidad existe, la mayoría de las cosas no pasan por casualidad. Y creo que nuestra vida y nuestro destino van a depender en su mayor parte de tres cosas muy simples.
Clave nº 1: Claridad sobre tu vida para elegir tu destino
La primera es la CLARIDAD que tienes sobre tu vida: saber quién eres ahora, y el tipo de persona en el que quieres convertirte. Esto no significa ser adivino y saber de antemano todo lo que te va a pasar. Pero sí significa hacer un esfuerzo de reflexión para definir cuáles son tus VALORES, tus TALENTOS y tu MISIÓN en la vida.
Tus Valores son aquellas cosas que te importan profundamente, a las que no estás dispuesto a renunciar. Son completamente personales, y varían de una persona a otra: para una persona pueden ser muy importantes la familia, la tranquilidad y la tradición, y para otra persona puede que sus valores sean la aventura, aprender y colaborar, y para otra puede que sean el dinero, la influencia y el poder.
Los valores no son unos peores que otros. Pero si quieres elegir tu destino es importante que los conozcas, que sepas qué cosas son verdaderamente importantes para ti, y a qué valores no estás dispuestos a renunciar.
Por otro lado están tus Talentos, que son esas cosas que se te dan bien de manera natural, y que además disfrutas haciéndolas, que cuando las haces parece que no pasa el tiempo.
Y tu Misión es la manera en la que puedes usar esos talentos para ayudar a otros, es decir, para aportar valor en el mundo, e incluso para ganarte la vida con ello.

Clave nº 2: Cuida tu cuerpo y tu mente
Una vez que has conseguido CLARIDAD sobre quién eres y quién quieres ser en tu vida, para elegir tu Destino la segunda cosa que tienes que hacer es aprender a cuidarte y a manejarte a ti mismo, porque tú eres el instrumento de tu propia vida.
Tienes que aprender a cuidar tu cuerpo y también tu mente, y a manejar tus emociones y tus pensamientos, y sobre todo tu reacción ante ellos, para que no te hagan sufrir y que no contaminen tu conducta.
Tienes que aprender a manejar esas creencias heredadas de otros que te dicen ya de antemano lo que puedes o lo no puedes hacer en la vida, sin haberlo intentado siquiera. Tienes que aprender a manejar esas voces que te dicen que te pongas el listón bajo, para no tropezar.
Solo entonces, cuando sabes manejarte a ti mismo, puedes tener relaciones profundas con los demás, y puedes influirles y ser una fuerza de transformación en el mundo. En eso justamente consiste el verdadero liderazgo.
Hasta ahora hemos visto que si quieres elegir TU DESTINO, es importante que alcances CLARIDAD sobre ti mismo y sobre tus metas, y que aprendas a cuidarte y a manejar tus pensamientos y tus emociones.
Clave nº 3: Para elegir tu destino, aprende a afrontar las alegrías, las dificultades y las pérdidas
El tercer aprendizaje que tienes que hacer es el de cómo afrontar las alegrías, las dificultades y las pérdidas que te trae la vida.
Porque, por mucha claridad que tengas, o por mucho que te estés cuidando, la vida tarde o temprano te va a poner delante tres cosas: una veces te trae éxitos y momentos felices, otras veces te trae problemas y momentos difíciles, y de vez en cuando te obliga a enfrentarte directamente con la pérdida de un ser querido. Ignorar estas realidades no tiene ningún sentido, es ser como el avestruz que esconde la cabeza bajo la arena. Tienes que conocer las reglas del juego de la vida, y aprender a jugar.

Fíjate, he dicho que veces la vida te trae dificultades y problemas. Hay momentos en los que parece que nada te sale bien, o estás pasando por por una época difícil, de soledad o de mucho dolor. Si de verdad quieres ser capaz de elegir tu destino, tienes que saber que esos momentos van a llegar, y tienes que estar preparado para apretar los dientes y pasar por ahí. Porque la vida es así. Tienes que decidir el tipo de persona que vas a ser cuando se presenten esos momentos difíciles, porque tarde o temprano los problemas y las dificultades van a llegar. Y si lo sabes, y has tomado antes la decisión de cómo vas a ser en esos momentos, tienes más posibilidades de llegar al otro lado del túnel y salir adelante, más fuerte y más sabio también.
A veces la vida te trae también éxitos y alegrías. Puede ser una nueva relación de pareja, un hijo que nace, una amistad, un éxito en el trabajo… Pues fíjate, aunque te parezca raro lo que te voy a decir, en esos momentos también tienes que estar a la altura. Porque mucha gente deja que los buenos momentos se pasen sin pena ni gloria, sin detenerse a disfrutarlos. No dejes que esos regalos pasen sin más: párate a celebrarlos, da gracias por el simple hecho de estar aquí para que te pasen cosas buenas, y también por el poder que tienes de hacer que les pasen cosas buenas a los demás.
Es decir, aplica a tu vida el poder de la verdadera gratitud.
Y en tercer lugar, además de dificultades y de alegrías, a veces la vida te trae pérdida y dolor. La pérdida y el dolor son inevitables, forman parte de la propia vida. La pregunta no es si vas a perder a alguien, sino el tipo de persona que vas a ser cuando eso ocurra.
Por supuesto que tenemos derecho al duelo, y al llanto, son completamente normales, y humanos. Yo en el último año he perdido a dos personas muy queridas, una de ellas mi madre, y te aseguro que sé lo que se siente, la impotencia, la desesperación por saber que esa persona se va para siempre, y que no puedes hacer nada.
Pero aparte de esos sentimientos tan difíciles, que necesitan su tiempo para pasar, también está la pregunta de qué más puedes hacer tú, en qué vas a poner tu atención en esos momentos, qué tipo de persona vas a ser cuando eso te ocurra. Ahí si que tienes elección.

Yo por ejemplo intenté enfocarme en el agradecimiento. En los últimos años de su vida mi madre no estaba bien, estaba bastante deprimida. Pero aun así encontraba fuerzas para ayudar a otras personas de la familia cuando necesitaban su ayuda. Y yo elijo centrarme en eso, no solo en sus momentos difíciles, sino en los muchos momentos preciosos que nos dio durante toda su vida, y en su generosidad.
Porque, cuando pierdes a alguien, además del dolor que sientes, que es normal y humano, siempre puedes enfocarte en los momentos bonitos que has pasado con esa persona, y en intentar ser el testigo y el transmisor de las cosas buenas que esa persona tenía y que dejó en el mundo.
El dolor, a veces, nos humaniza y nos hace reaccionar, es capaz de despertar nuestra sensibilidad dormida, y nos permite vernos a nosotros mismos y a los demás de un modo nuevo, más humano, más compasivo.
Conclusión
Así que, como ves, sí que puedes elegir tu destino, porque siempre tienes elección. Por un lado puedes elegir tu comportamiento, el valor que pones en el mundo.
Y aunque no siempre puedes decidir lo que te va a pasar, sí puedes elegir el tipo de persona que vas a ser cuando te pase.
Ese es tu verdadero poder.
¿Listo para pasar al siguiente nivel?