RESUMEN:
- ¿Quieres saber cómo controlar la ansiedad y el estrés en tu vida y en tu trabajo?
- La ansiedad es un fenómeno psicológico muy común, pero cuando ocurre con mucha frecuencia e intensidad puede destruir tu bienestar y tus resultados.
- “La vida es en una pequeña parte lo que te pasa, y en su mayor parte cómo te lo tomas”.
- Tómate el tiempo de descubrir lo que te altera para manejarlo cuando llegue el momento.
- En este episodio vas a descubrir qué es la ansiedad, cómo funciona, y qué puedes hacer para controlarla.
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Cómo Controlar la Ansiedad (Vivir Sin Ansiedad)
Si quieres saber cómo controlar la ansiedad, antes tienes que comprender en qué consiste. ¿Sientes que te pones muy nervioso en situaciones que no están bajo tu control? ¿Te produce malestar no saber lo que vendrá o lo que va a pasar? ¿A veces sientes que se te acelera la respiración, o tienes taquicardia o sudor frío? La ansiedad es un fenómeno psicológico muy común, y puede llegar a ser muy desagradable y muy limitante.
Siempre va a haber situaciones que nos ponen nerviosos. Hablar en público, una entrevista de trabajo, un momento complicado en tu trabajo o en tu negocio… Y este nerviosismo es completamente normal, siempre que aprendamos a manejarlo y que no nos impida hacer lo que tenemos que hacer.
Pero cuando esa sensación se descontrola con frecuencia, cuando sientes síntomas físicos tan potentes que te bloqueas, la ansiedad puede convertirse en un trastorno que afecte gravemente a tu bienestar y a tus resultados.
En este episodio voy a hablarte sobre qué es la ansiedad, cuáles son sus síntomas y cómo puede llegar a convertirse en un problema importante . Y quédate hasta el final porque voy a darte 5 claves prácticas para controlarla.
¿Qué es la ansiedad?
«La vida es un diez por ciento lo que experimentas y un noventa por ciento cómo respondes a ello» —Dorothy M. Neddermeyer
Para empezar a entender cómo controlar la ansiedad, lo primero que debes saber es que no siempre es una emoción negativa. La ansiedad es un mecanismo de defensa que todos tenemos, que tiene el objetivo de ponernos alerta, y de prepararnos para situaciones inesperadas.
En muchos momentos la ansiedad es normal y adaptativa, y puede ayudarte a enfrentarte a una situación, y puede darte un impulso de energía o ayudarte a enfocarte cuando lo necesitas. Por ejemplo, cuando tienes que hacer un examen, o cuando tienes que resolver una emergencia, o tienes que tomar una decisión difícil.
Pero en otras situaciones, nuestro cerebro y nuestro cuerpo pueden sobrerreaccionar a situaciones cotidianas que no implican un gran peligro, pero que nos afectan de manera desproporcionada y pueden llegar a bloquearnos.
Un episodio de ansiedad se manifiesta en síntomas físicos concretos, que varían según cada persona. Algunos de esos síntomas son:
- Tu pulso se acelera.
- Tu rostro se enrojece.
- Tu respiración se agita y se hace más rápida e irregular.
- Empiezas a sudar más de lo normal, e incluso sientes sudor frío.
- Sientes un miedo excesivo e injustificado ante la situación a la que te estás enfrentando, o te vas a enfrentar.
- Tienes mareos, temblores y taquicardia.
- Te duele la cabeza, o el estómago.
- O no puedes dormir bien.
Y claro, si estas cosas te pasan a menudo pueden ser muy limitantes en tu vida y en tu trabajo. Al final puedes acabar no yendo a esa entrevista, no participando en la reunión, no hablando del problema que te preocupa, no tomando ese vuelo, o no tomando esa decisión importante.
Para aprender cómo controlar la ansiedad, es muy importante que entiendas cómo funciona en tu organismo. La ansiedad se compone de tres elementos principales: el componente cognitivo, el fisiológico y el motor.
- El componente cognitivo se refiere a la percepción que nosotros mismos tenemos sobre lo que consideramos una amenaza: es cuando interpretamos la situación en la que nos encontramos como un peligro.
- Cuando esto ocurre y se desata la ansiedad aparece el componente fisiológico, que son todos esos síntomas físicos que te acabo de explicar, la taquicardia, la sudoración, el mareo.
- Y por último, el componente motor se refiere a nuestra conducta, a lo que hacemos con esa sensación de ansiedad: huir, escondernos, atacar, aislarnos.

El Trastorno de Ansiedad Generalizada
Todos podemos sentirnos nerviosos e incluso ansiosos alguna vez. Pero algunas personas se sienten amenazadas constantemente, y experimentan este tipo de síntomas con mucha frecuencia. Esta manifestación extrema de la ansiedad es lo que se conoce como Trastorno de Ansiedad Generalizada. Y cuando ocurre esto y la ansiedad se vuelve crónica puede ser muy incapacitante, incluso peligrosa.
Las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada tienen una preocupación extrema y constante por cosas que no lo justifican. Se sienten nerviosos, intranquilos, asustados, aunque no haya motivos en la realidad que lo justifiquen.
Y eso se traduce en que les cuesta concentrarse, rendir en sus actividades, desarrollarse e incluso relacionarse con otras personas.
Hay aspectos como la genética, los procesos biológicos individuales, el entorno, las experiencias de vida, que influyen en que experimentemos esta sensación de forma más intensa. Pero, en realidad, aún no sabemos exactamente por qué unas personas sufren de ansiedad en sus versiones más intensas, y otras no.
En cualquier caso, si tienes ansiedad a menudo, es importante que aprendas a controlarla: porque, si no lo haces, tu vida y tu trabajo pueden verse afectados seriamente.
Si no aprendes a controlar tu miedo a hablar en público, vas a tener un límite enorme en tu desarrollo personal y profesional. Si no aprendes a controlar tu miedo a hablar de emociones difíciles, se van a resentir tus relaciones, y puede que toleres cosas que no te hacen bien.
En resumen, si tienes ansiedad con frecuencia y no la controlas, te va a ser muy difícil desarrollar todo tu potencial. Tu mismo vas a imponerte límites que te van a impedir crecer.
Y además, la ansiedad simple puede empeorar ante situaciones concretas, dando lugar a otros cuadros más específicos y complicados, como:
- los trastornos de pánico;
- Los trastornos obsesivo-compulsivos;
- las fobias sociales; etc.
5 claves para controlar la ansiedad
Ahora que sabes mejor qué es la ansiedad y cuáles son sus síntomas y sus consecuencias, voy a darte cinco claves prácticas para controlarla. Si empiezas a aplicarlas desde hoy vas a ver cómo te sientes mejor, y cómo mejoran tu seguridad y tus resultados.
1. Encuentra el origen de tu ansiedad
La primera clave para controlar la ansiedad, es encontrar su origen, qué es lo que te la genera. Todos los seres humanos somos diferentes, y a todos nos activan distintas cosas. Trabaja en ti mismo y pregúntate qué es lo que te hace sentir ansiedad.
¿Es algo puntual, como una reunión de trabajo o un encuentro con alguien? ¿Es la consecuencia psicológica de una vivencia traumática, como un accidente? ¿Estás viviendo una época complicada económicamente? ¿O tienes a un ser querido pasando por una enfermedad?
Una vez que localizas cuál es la fuente de tu ansiedad, puedes pensar en una solución. A veces la propia situación tiene arreglo. Y cuando no es así, puedes trabajar en tu visión y en tu actitud respecto a ella, para tratar de controlar la ansiedad. Deberás aprender a gestionar las emociones que te genera esta vivencia, y a entenderla desde una óptica realista, sin atribuirle más amenazas de las que realmente representa.
2. Usa tu tiempo de manera productiva
La segunda clave para controlar la ansiedad es aprender a usar tu tiempo de manera productiva. Cuando tienes mucho tiempo vacío y padeces de ansiedad, esta tiende a empeorar.
Encuentra un propósito, algo que tenga sentido verdadero para ti. Y usa tu tiempo de forma que tu mente se mantenga activa, ocupada, sin darle demasiado espacio a que piense en las cosas que le generen ansiedad. Enfócate en proyectos profesionales que te interesen. Aprende una nueva habilidad. Piensa en alguna expresión artística que puedas aprender. Cualquier actividad que mantenga tu mente ocupada te ayudará a tener la ansiedad bajo control.

3. ¡Muévete!
El tercer consejo para controlar la ansiedad es moverte. ¡Así como lo escuchas! Mueve tu cuerpo. Cánsalo. Sal a correr. Apúntate en un gimnasio. Ve a clases de baile. Empieza a practicar algún deporte.
El ejercicio físico es fundamental para ayudarte en tu proceso de controlar la ansiedad. Entrenar tu cuerpo te hace sentirte mejor, te permite controlar las emociones negativas, y mejora tu imagen y tu autoestima. Y, además, el cansancio físico te ayudará a dormir mejor, que es otra de las claves para vencer la ansiedad.
4. Aprende a decir que no
La cuarta clave para controlar la ansiedad es aprender a decir que no. Muchas de las cosas que nos generan ansiedad en nuestra vida diaria, vienen dadas por imposiciones sociales, laborales, familiares, por las expectativas de los demás.
Está claro que todos tenemos responsabilidades que son nuestras, que no podemos eludir. Pero eso es una cosa, y otra muy distinta tener que responder siempre a la expectativa de los demás.
Eres tú el que tiene que distinguir cuándo algo es tu responsabilidad, y cuándo es un intento de otro para transferirte a ti la suya
Ser selectivo con tus decisiones, con tu tiempo, y no permitir imposiciones de cosas que te generan malestar, va a quitarte presión, y te ayudará en el proceso de controlar tu ansiedad.
5. Alimenta tus relaciones positivas
La quinta clave para controlar la ansiedad es alimentar tus relaciones positivas. Busca a aquellas personas que sumen en tu vida. Esos amigos o familiares con los que te sientes bien, con los que puedes hablar sobre tus sentimientos. Esas personas que son una influencia positiva. Si te das la oportunidad de hablar de lo que te pasa con la persona correcta, la sensación de comprensión y de cercanía emocional te hará mucho bien.
Pasa tiempo con ellos. No te encierres ni te aísles. Comparte lo que te pasa, háblalo. A veces una conversación con alguien querido puede resultar muy sanadora. Y si además tienes momentos de relajación, de diversión y de risas, seguro que la sensación de nerviosismo y de ansiedad disminuye.
También es importante que consideres pedir ayuda psicológica o participar en un programa específico para tratar la ansiedad, porque pueden darte herramientas para entender cuáles son las causas de que te sientas así, y a manejarlo cuando te ocurra.
6. Maneja tu respiración.
Y la sexta clave para mantener la ansiedad bajo control es manejar tu respiración. Cuando sientas que empiezas a sentirte ansioso, la prioridad es calmarte y recuperar el control. Para eso necesitas un centro, algo dentro de ti que te ancle y te calme, independientemente de lo que esté ocurriendo en el exterior y en tu propia cabeza. Y ese algo es tu respiración.
La respiración es algo que sucede independientemente de todo lo demás, de los acontecimientos, de los pensamientos. La respiración es una señal de vida y de permanencia, es lo más básico y más tuyo que tienes. Por eso, cuando te sientas ansioso respira hondo varias veces, siente el aire apretar contra tu diafragma, y concéntrate en ese movimiento rítmico de tus pulmones al llenarse y vaciarse de aire.
Cuando lo hayas hecho varias veces, vas a sentirte más tranquilo y más presente, y vas a ver cómo la ansiedad disminuye y las cosas vuelven a su lugar.

Conclusión:
En conclusión, la ansiedad es una emoción que todos sentimos el algún momento de nuestra vida, porque a veces es útil, tiene una función.
Pero cuando se vuelve una constante, cuando la ansiedad te afecta negativamente en tu vida y en tu trabajo, tienes que tomar medidas para manejarla. Para ello, encuentra el origen de esa ansiedad, intenta llenar tu tiempo con actividades que tengan sentido para ti, haz ejercicio físico, aprende a decir que no a las expectativas de los demás que creas que no te corresponden, alimenta tus relaciones positivas, y aprende a manejar tu respiración.
El resultado va a ser que estarás más tranquilo, más seguro de ti mismo, y por lo tanto, más feliz.
¿Listo para pasar al siguiente nivel?