RESUMEN:
- Para entender mejor qué son el minimalismo y la vida minimalista, te ayudará hacerte algunas preguntas. ¿Alguna vez te has sentido desbordado ante la cantidad de objetos, facturas, suscripciones, tareas y compromisos que inundan tu vida? ¿Alguna vez tu pareja o tu hijo te estaba contando algo, y no te has enterado de una sola palabra de lo que decían?
- “Vivimos en la era de la saturación: saturación de objetos, de información, de estímulos, de deseos y de distracciones”.
- Invaden tu casa, tu lugar de trabajo y tu propia mente. Y te roban la serenidad y los mejores momentos de cada día.
- El minimalismo es una filosofía de vida que puede ayudarte a reorganizarte, a estar más conectado con lo que te rodea y a ser más productivo y feliz.
- En este episodio vas a aprender cómo aplicar el minimalismo en tu vida puede transformar el espacio que te rodea, tu productividad, tu relación con el dinero y tu bienestar.
- Mira ahora el vídeo y lee el artículo para recibir el entrenamiento completo.
¿LISTO PARA PASAR DE NIVEL?
Recibe GRATIS la guía «Multiplica tu Productividad X3» y descubre 21 claves prácticas para desatar todo tu potencial y transformar tus RESULTADOS.
Programa
Si quieres reorganizarte, dar un giro personal y profesional y volver a disfrutar de tu vida, inscríbete en la próxima edición de mi programa online TRANSFORMACIÓN PERSONAL Y ALTO RENDIMIENTO, que está cambiando las vidas de muchas personas. Puedes verlo aquí: PROGRAMA TRANSPAR
Minimalismo: Suelta Ya los Lastres que Te Impiden Ser Feliz (texto completo)
¿Alguna vez te has sentido desbordado ante la cantidad de objetos, facturas, suscripciones, tareas y compromisos que inundan tu vida?
¿Alguna vez tu pareja o tu hijo te estaba contando algo, y no te has enterado de una sola palabra de lo que decían?
¿Te ha ocurrido estar una hora mirando el móvil, y no recordar qué es lo que has estado haciendo?
«El secreto de la buena vida no consiste en tener más, sino en saber disfrutar con menos» —Sócrates
Vivimos en la era de la saturación. Saturación de objetos, de información, de estímulos, de deseos y de distracciones.
Invaden tu casa, tu lugar de trabajo y tu propia mente.
Y te roban la serenidad y los mejores momentos de cada día.
El minimalismo como estilo de vida
«La simplicidad es el último refugio en un mundo lleno de ruido» —Oscar Wilde
De un modo general, podemos decir que el minimalismo como estilo de vida consiste en reducir tus posesiones y tus distracciones a lo esencial, eliminando todos los elementos sobrantes.
¿Dónde y cuándo surge el minimalismo? El término aparece por primera vez en los años 60 del siglo XX en el ámbito del arte, para designar un movimiento que perseguía simplificar al máximo el objeto artístico, eliminando cualquier elemento superfluo.
El arte minimalista y la música minimalista aspiraban a la pureza a través de la simplicidad.
Sin embargo, hoy día el minimalismo ha traspasado las fronteras del arte, y se ha convertido en un estilo de vida que aspira a una mayor sencillez y conexión con nuestro entorno y con nosotros mismos.
Pero, en realidad, ¿en qué consiste el minimalismo, cómo se lleva a la práctica? Esto depende bastante de la visión personal de quien lo aplica, pero estas son algunas posibles opciones:
- Para algunos es simplemente una manera de organizarse simplificando sus tareas.
- Para otros es una actitud, el hábito de respetar su espacio físico y mental.
- Y otros ven el minimalismo como una opción radical de vida, que consiste en vivir con el menor número posible de posesiones.
En cualquier caso, el minimalismo es un recurso, una herramienta que puede ayudarte a simplificar, a estar más tranquilo y conectado con lo que te rodea, y a ser más feliz.

Porque cuando eliminas las cosas que te sobran y las distracciones que secuestran tu atención, ya no quedan detalles banales tras los que esconderte.
Te encuentras solo ante tí mismo. Solo ante tus limitaciones, pero también ante tu verdadero potencial.
Y es entonces cuando comienzan el trabajo y la vida verdaderos.
Minimalismo, consumo y libertad financiera: el Efecto Diderot.
Una de las primeras reflexiones sobre el minimalismo la realizó el filósofo francés Denis Diderot, creador de la Enciclopedia. En su ensayo «Lamento por mi vieja bata», describe el efecto que tuvo en su vida y en su hacienda el regalo de una hermosa bata escarlata.
Poco después de recibirla, la belleza de aquella prenda le hizo pensar que el resto de sus sencillas pertenencias no estaba a su altura. Y comenzó a comprar nuevos objetos para compensarlo.
Sustituyó su vieja silla con asiento de paja por un sillón forrado con tela de Marruecos, cambió varias de sus sencillas pinturas por otras más caras, y continuó en una espiral de compras que le llevó a endeudarse gravemente.
En su ensayo dice Diderot: «Yo era el amo de mi vieja bata. Pero me convertí en esclavo de la nueva. Cuidado con la contaminación de la riqueza y el deseo: el hombre humilde puede no preocuparse de las apariencias, pero el que pretende ser rico está siempre bajo presión».
Bautizado así por esta anécdota, el efecto Diderot establece que adquirir un bien que se desvía mucho por su precio o calidad de las actuales posesiones de un individuo, puede desembocar en una espiral de consumo descontrolado.
Nuestra tendencia natural es a acumular, a llenar nuestro espacio físico y mental. No es ningún secreto: a los seres humanos nos encanta consumir. Comprar nos genera endorfinas, nos produce bienestar. Y por supuesto, asociamos el consumo al estatus social.
Estos rasgos de nuestro comportamiento los explotan muy eficazmente el marketing y los medios de publicidad, que nos empujan a comprar continuamente, y son la base de la economía de mercado.
Y también son la causa de que muchas familias sigan empobrecidas, atrapadas en una espiral consumista.
Por eso, precisamente porque simplificar no nos surge de manera natural, el minimalismo puede sernos muy útil en nuestra relación con el dinero en general.
«Me hice rico reduciendo mis deseos» —Henry David Thoreau
Y es que simplificar tu estilo de consumo y eliminar gastos innecesarios puede tener un impacto enorme en tus finanzas.
Al aplicar el minimalismo a tu gestión del dinero, resistes la tentación del consumo superfluo, y decides conscientemente qué necesitas y qué no.
De ese modo, conservas automáticamente una parte de tus ingresos.
Para conseguirlo, eso sí, hace falta lucidez, disciplina, y carácter para no compararte con los demás.
¿Y cuál es el beneficio? Pues fíjate, esta cantidad que arrancas de las garras del consumo, invertida de manera consistente a lo largo del tiempo, puede suponer la diferencia entre vivir endeudado o tener un colchón de seguridad o incluso el capital suficiente para retirarte anticipadamente.
Yo lo que te sugiero es que sean tus decisiones estratégicas, y no tus deseos del momento, quienes gobiernen tu vida.
Minimalismo en casa
«El minimalismo vital no consiste tanto en reducir tus posesiones, como en limitar tus necesidades»
Con frecuencia, la saturación de objetos a nuestro alrededor es un reflejo de nuestra propia saturación mental o de nuestra insatisfacción personal. Si te fijas bien, verás que es muy habitual comprar cosas para compensar alguna carencia en nuestra vida.

Por eso, el minimalismo en casa es un camino de dos direcciones: por un lado, debes trabajar en ti, en tu desarrollo personal y en sentirte mejor, para no tener la necesidad de compensar tu malestar comprando cosas.
Y, por otro lado, cuando vacías tu casa y tu vida de trastos que no necesitas, dejas espacio fuera y dentro de ti para las cosas verdaderamente importantes, como son la reflexión, la presencia y la conexión contigo mismo y con los demás.
Después ya cada persona aplica el minimalismo a su manera. Algunos lo ponen en práctica de manera radical: aplican una decoración minimalista y reducen los objetos que poseen a la mínima expresión, incluso prescindiendo de la mayor parte de los muebles en su vivienda.
Otros, por ejemplo, limitan el número máximo de sus pertenencias de manera que todas quepan en una mochila, y pasan su tiempo viajando.
Pero en realidad no hace falta abandonar tu vida actual, ni siquiera vaciar totalmente tu casa, para tener un estilo de vida minimalista. Si quieres hacerlo, puedes seguir un proceso en dos fases.
La primera fase de aplicación del minimalismo en nuestra vida diaria es la fase de eliminación. Comienza acotando un tiempo para hacer inventario, armario a armario, objeto a objeto.
Decide qué te hace falta realmente, y de qué puedes prescindir. No sigas malgastando tu espacio y tu tiempo organizando objetos que no necesitas.
Y entonces deshazte de todas aquellas cosas que te sobran: véndelas, envíalas a reciclar, o regálaselas a otras personas que las puedan aprovechar.
Este proceso de eliminación puede durar algún tiempo. Pero cuando lo hayas terminado, descubrirás que algo ha cambiado, no solo a tu alrededor, sino dentro de ti.
El espacio libre a tu alrededor, la libertad para moverte, los armarios que contienen solo las cosas que realmente necesitas… Todo eso se traduce en espacio mental, en serenidad: tienes lo que te hace falta, y dejas de preocuparte por lo que no necesitas, porque lo has eliminado de tu casa y de tu cabeza.
La segunda fase de aplicación del minimalismo es evitar que la tentación de consumir, intensificada por la publicidad, te lleve a llenar de nuevo tu espacio de cosas innecesarias.
Es cierto que, cuando aplicamos el minimalismo en casa, las cosas importantes se quedan, y prescindimos de las demás. Pero el estilo de vida minimalista no consiste tanto en reducir tus posesiones, como en limitar tus necesidades.
Antes de comprar algo, pregúntate: ¿de verdad me hace falta? ¿Para qué voy a usarlo? ¿Qué valor me va a aportar?
La vida ya es complicada: no la llenes además de cosas que no necesitas y que saturan tu espacio físico y mental.

Beneficios del minimalismo sobre tu productividad
«El minimalismo consiste en invertir tu tiempo y tu energía de la manera más sabia, para aportar el máximo valor haciendo solo lo que es esencial» —Greg McKeown
Otra parte de tu vida en la que el minimalismo puede tener un impacto liberador es tu productividad y la gestión de tu tiempo.
A menudo llenamos nuestros días con todo tipo de pequeños compromisos y tareas, que nos impiden centrarnos en lo que de verdad importa.
Creemos que la productividad consiste en hacer el mayor número de cosas en el menor tiempo posible.
Y es que, a corto plazo, ir tachando estas tareas de nuestra lista nos hace sentir bien. Porque nos da la sensación de avanzar.
Sin embargo, no es lo mismo el movimiento que la acción.
No es lo mismo dedicar tu tiempo a una tarea cualquiera, que a esa tarea concreta que de verdad marca la diferencia.
La mayoría de la gente cree que, a la hora de tomar decisiones, o de elegir lo que hacemos en cada momento, es mejor tener muchas opciones distintas entre las que escoger.
Sin embargo, numerosos experimentos han demostrado que aumentar el número de opciones no necesariamente nos hace tomar mejores decisiones: es la llamada paradoja de la elección.
Muchas de estas pequeñas elecciones del día a día (¿qué me pongo hoy?, ¿qué haré cuando llegue a la oficina?) en realidad nos hacen perder tiempo y concentración, y reducen nuestra productividad.
En su libro Solo una cosa / The One Thing, Gary Keller explica el poderoso efecto que tiene reducir nuestros objetivos diarios a completar UNA TAREA cada día.
Pero no se refiere a cualquier tarea: se trata de elegir aquella ÚNICA TAREA que más te acercará a tu meta final, y de priorizarla por encima de todas las demás.
Es decir, es el concepto de minimalismo aplicado a la productividad.
Decide cada noche cuál es esa tarea clave para el día siguiente, escríbela en una simple hoja de papel, y colócala sobre tu mesa. Solo eso.
Imagínate: levantarte cada mañana sabiendo que hay UNA COSA, y solo una, que debes terminar ese día.
Comienza tu jornada de trabajo con tu tarea clave, y no hagas otra cosa hasta que esté terminada.
Debes terminarla. Concéntrate en ella y no permitas interrupciones externas.
Menos decisiones. Menos dispersión. Menos urgencia. Más foco.
Una vez que has terminado esa TAREA CLAVE del día, puedes dedicarte a todo lo demás. Delega las tareas que puedan hacer otros, y termina las que te corresponden a ti.
Pero harás el resto de tu trabajo con la satisfacción de saber que ese día ya has avanzado hacia tus verdaderos objetivos.
Minimalismo vital y felicidad
«La felicidad no ocurre por casualidad, sino por elección» —Jim Rohn
La aplicación más poderosa del minimalismo en tu vida no consiste en hacer cambios en tu espacio físico, ni en tu organización personal, ni en tus finanzas.
La verdadera clave, y donde el estilo de vida minimalista enlaza con tradiciones milenarias como la meditación y el estoicismo, es el modo en que decides usar tu atención y tu espacio mental.
Como te decía al principio, vivimos en la era de la saturación y de la distracción. Estás siempre rodeado de tecnología cuya función aparente es informarte, pero que en realidad está programada para absorber tu atención y tu tiempo.

Constantes estímulos, perfectamente estudiados, se combinan con tus preocupaciones diarias y te alejan de lo único que de verdad existe e importa: el momento presente.
El objetivo último de la filosofía de vida minimalista es liberar de distracciones tu espacio físico y mental, para que estés más presente y no vuelvas a perderte lo que sucede a tu alrededor.
Se trata de dejar espacio para disfrutar de ese momento con tu hijo a la hora de cenar, o para escuchar a ese colaborador que necesita tu consejo.
Espacio para mirar a los ojos a tu pareja, y para ver una puesta de sol.
Se trata de dejar espacio, en definitiva, para las cosas verdaderamente importantes de tu vida.
¿Listo para pasar al siguiente nivel?
6 comentarios en «Minimalismo: Suelta Ya los Lastres que Te Impiden Tener Éxito»
Amo escucharte Emilio, Verónica desde Ecuador, que temas tan interesantes, estoy en el camino tratando de aplicar todo lo que escucho de tus enseñanzas. Gracias por tanto.
¡Gracias, Verónica! Me alegro mucho de que te parezcan útiles mis contenidos 🙂
WOW! super fantastico escuchar tan valiosa informacion que es realmente verdadera y que al tomar atencion en ella nos motiva a pensar como empezar a planear como aplicarla en nuestras vidas porque es necesaria. Muchas Gracias Emilio!
¡Gracias a ti por tus palabras, Sandra!
Hola. Estoy empezando a ver la luz y liberarme de demasiada ropa, demasiados zapatos, demasiado todo! soy una persona que cuido mucho todo y poco a poco se me acumula aunque no compre practicamente nada. Aún así tampoco es demasiado. Tengo unos padres como diógenes más o menos, mi madre no tira absolutamente nada y jamás ha hecho limpieza de armarios o cajones. Tiene cinco armarios y es imposible abrir ni un cajón con normalidad ya q están saturados de cosas. El salón es para verlo, armarios que no pegan para seguir guardando m… Cuando estoy en su casa unos días, acabo desquiciada y alterada, ya que no quiero ser como ella, y deseando volver a mi casa espaciosa y con las cosas justas. por esta razón me encanta el minimalismo en su justa medida.
Hola, Esther, ¡qué buen ejemplo, gracias por compartirlo! A veces, nuestro entorno físico se convierte en una proyección de nuestro estado mental. Y esto funciona también en la dirección contraria: nuestro entorno físico nos influye mucho. Por eso, cuando vaciamos, limpiamos y ordenamos el entorno físico que nos rodea, nos sentimos también mejor anímicamente, con más claridad y más energía.