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Cómo Dejar de Procrastinar para Desbloquear tu Vida y tu Trabajo

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RESUMEN

  • Dejar de procrastinar es esencial para avanzar hacia tus metas. Entonces, ¿por qué seguimos haciéndolo?
  • “La verdadera productividad no es gestión del tiempo: es gestión de ti mismo”.
  • ¿A veces sientes que estás estancado, que no avanzas en tu vida o en tu trabajo? ¿Notas que un día tras otro vas dejando las decisiones y las tareas importantes para más adelante, incluso sabiendo que eso te perjudica?
  • En este vídeo aprenderás 4 estrategias clave para dejar de procrastinar y volver a avanzar hacia tus objetivos.
  • “El principal motivo por el que no alcanzamos la vida que deseamos, es porque nunca hemos decidido lo que deseamos para empezar». Es decir, entre otras razones, procrastinamos porque no tenemos una Visión lo suficientemente grande para nuestra vida.
  • Este es un episodio que tienes que ver si quieres dejar de procrastinar y TRANSFORMAR TUS RESULTADOS. Mira el vídeo para recibir el entrenamiento completo.
  • Y, sobre todo, recuerda: no caigas en la tentación de querer ser muy efectivo cuando estás en el camino equivocado. Porque solo dejas de procrastinar cuando lo que haces tiene verdadero sentido para ti.

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Cómo Dejar de Procrastinar (texto completo)

Antes de definir qué es procrastinar, contéstate a estas preguntas. ¿Sientes que un día tras otro vas dejando las cosas importantes para más adelante, incluso sabiendo que eso te perjudica? ¿Tu día se llena de pequeñas tareas que no te llevan a ningún lado, mientras que vas retrasando aquellas que sí marcarían la diferencia en tu vida?

Procrastinar consiste en ir dejando las cosas importantes para más adelante, un día tras otro, a sabiendas de que es perjudicial y va contra ti mismo. Es una conducta irracional, porque no tiene ninguna lógica aparente, y sin embargo todos sabemos que es muy común, porque nos pasa a todos alguna vez.

Muchos expertos en productividad defienden que se puede dejar de procrastinar con una mejor gestión del tiempo, y eso es lo que enseñan: a hacer listas de tareas, a planificar la semana o a llevar una agenda.

Y todo esto está bien y es necesario, pero no es suficiente: porque la procrastinación no es solo una cuestión de organización, sino un fenómeno psicológico que está profundamente anclado en el cerebro humano.

Por eso, la gestión del tiempo en realidad es una mentira: el tiempo es algo inmutable, igual para todos, no es algo que podamos gestionar. A lo que algunos llaman “gestión del tiempo”, yo lo llamo “gestión de ti mismo”, de tu motivación y de tu comportamiento, porque eso es lo que de verdad te cambia la vida, no unos trucos de agenda.

Los científicos del comportamiento han distinguido un fenómeno psicológico, que tiene un nombre muy feo: se llama “descuento hiperbólico”, pero es importante conocerlo porque es lo que está en el origen de la procrastinación. El descuento hiperbólico consiste en que los seres humanos valoramos mucho más un beneficio presente, que recibimos ahora, que uno que está en el futuro, aunque este último sea mucho mayor.

Por ejemplo, cuando alguien no tiene el hábito de hacer ejercicio a diario, a la hora de elegir entre el beneficio futuro de estar fuertes y en forma más adelante, y el placer inmediato y presente de seguir tumbado ahora mismo en el sofá viendo Netflix, nuestro cerebro lo tiene claro. Prefiere la gratificación inmediata, ese beneficio que recibe ahora mismo, comparado con algo mejor pero que se encuentra en el futuro.

Pero entonces, ¿qué puedes hacer para dejar de procrastinar? Si la gestión del tiempo no es la solución, ¿qué es lo que de verdad funciona para dejar de posponer las cosas importantes en tu vida, cuando sabes que con eso te estás haciendo mucho daño?

Como dejar de procrastinar - gestion de ti mismo

Voy a presentarte ahora cuatro técnicas psicológicas y de organización que van a ayudarte a dejar de procrastinar y a conseguir tus objetivos:

1º) Define tu Visión para dejar de procrastinar

Habrás oído muchos consejos para ser más productivo: ten preparada tu lista de tareas, revisa tu email solo dos veces al día… Y todo eso está muy bien, pero no es suficiente. Porque la verdadera productividad empieza con una conversación contigo mismo en el nivel de tus metas, de qué es lo que de verdad quieres tú en tu vida y en tu trabajo.

Porque ¿de qué te sirve tener una lista enorme de tareas, si esas tareas a las que te estás dedicando no te acercan a donde tú quieres estar? O peor aún, ¿has llegado siquiera a plantearte dónde quieres estar, a un año, a dos, a cinco años vista?

No tener una Visión propia para nuestra vida y para nuestro trabajo es el principal motivo por el que nos resulta tan difícil dejar de procrastinar.

No es que comparemos un beneficio presente con un beneficio futuro: es que ni siquiera sabemos cuál va a ser ese beneficio futuro, esa meta que queremos conseguir, porque no nos hemos parado a pensarlo.

Trabajar a corto plazo, por ejemplo, solo para conservar un trabajo que a lo mejor ni siquiera te interesa demasiado, es una garantía de que vas a procrastinar: porque tu cerebro no percibe un beneficio futuro lo suficientemente importante para ti como para vencer esa tendencia a la comodidad y a la distracción.

Decía Peter Drucker, uno de los padres del management moderno: “Hacer lo correcto es más importante que hacer las cosas bien”. O, dicho de otra manera, no hay nada tan inútil como hacer muy bien algo que nunca debería haberse hecho.

No caigas en la tentación de intentar ser productivo y efectivo, cuando estás en el camino equivocado. Si quieres dejar de procrastinar, empieza por las preguntas importantes: qué es importante para mí, qué quiero yo para mi vida y para mi trabajo. En definitiva: define tu propia Visión, aquella vida que de verdad tendría sentido para ti.

Y, a partir de ahí, diseña tu vida, tu trabajo y tus tareas hacia atrás, teniendo siempre ese fin, esa Visión, en mente.

Vision para dejar de procrastinar

2º) Elige un objetivo clave cada tres meses.

Una vez que has decidido hacia dónde quieres ir, ha llegado el momento de trazar tu ruta sobre el mapa. Es decir, ha llegado el momento de pasar del plano de las ideas, de los deseos, al de la planificación concreta.

Para ser más productivo, no se trata de ponerte ya a hacer cosas sin más, porque nuestro tiempo y nuestra atención son limitados: lo más probable es que, sin una planificación concreta, en pocos días las pequeñas tareas, los compromisos y las distracciones de tu vida diaria te desvíen de tu camino y te encuentres dedicando la mayor parte de tu tiempo a cosas que parecen urgentes en ese momento, pero que no te acercan a donde tú quieres llegar.

Por eso, en esta fase lo que vas a hacer es, en primer lugar, identificar lo que yo llamo tu Objetivo Pilar.

Tu Objetivo Pilar es aquel objetivo que crees que más te va a acercar a tu visión en los próximos tres meses.

Porque verás, lo que le ocurre a la mayoría de las personas es que se dispersan entre muchos objetivos distintos, unos importantes, otros no, unos alcanzables, otros no, y muchos de ellos contradictorios entre sí.

Quieren salir hasta tarde y beber con sus amigos, y a la vez estar en una gran forma física. Quieren tener ropa cara y buenos coches, y dicen que tienen poco dinero en el banco y que les da pánico que les despidan. Quieren trabajar hasta tarde o incluso los fines de semana, y se culpan porque ven menos a sus hijos.

Este fenómeno tiene un nombre en la Ciencia del Comportamiento: se llama Conflicto de Metas (Goal Conflict) y es una de las causas más frecuentes por las que las personas y las organizaciones no consiguen sus objetivos.

Cuando perseguimos a la vez metas distintas e incompatibles entre sí, nosotros mismos ponemos minas en el camino antes de empezar. Porque nuestra capacidad de foco, nuestra atención y nuestro tiempo son limitados: si los dividimos entre muchos objetivos distintos, al final no alcanzamos ninguno.

La sociedad moderna y sus medios de comunicación nos han convencido de que debemos estar en una gran forma física, meditar una hora diaria, tener un trabajo de éxito, unas relaciones sociales interesantísimas, y además en nuestro tiempo libre esquiar y viajar para poder contarlo.

Y nos comparamos con ese estándar, y nos planteamos mil metas distintas. Y al intentar alcanzarlas todas, al final no conseguimos ninguna.

Y entonces, a menudo nos refugiamos en la culpa. Si trabajo mucho y bien, y paso menos tiempo con mis hijos, soy una mala madre. Si, aun así, saco tiempo de donde sea para estar con ellos después del trabajo, entonces me siento mal porque no tengo tiempo para hacer mucho deporte y tener un tipito espectacular, o me siento mal porque no puedo quedar a menudo a mis amigos.

Tener muchas metas contradictorias es una señal de miedo y de falta de decisión. Porque nos permite decirnos a nosotros mismos y a los demás que estamos muy ocupados, que ya hacemos muchas cosas y que, si no nos va mejor, no es nuestra responsabilidad. 

La realidad, como he dicho antes, es que nuestra energía y nuestra atención son limitadas. Para conseguir progreso verdadero deja de “intentar” alcanzar muchas cosas a la vez, y empieza a conseguirlas una a una, pero de verdad.

Por eso, no intentes llegar a todo al mismo tiempo. El secreto para hacer grandes cosas en tu vida y en tu trabajo, para sentirte realizado, para dar un gran ejemplo a los demás, es centrar el 80% de tu energía y tu tiempo en una única meta cada vez: aquella que, cuando la consigas, más va a acercarte a tu Visión.

Esa gran meta que te comprometes a alcanzar en los próximos meses es tu Objetivo Pilar. Y tu compromiso va a ser ALCANZARLO.

Porque no hay nada más frustrante que tener muchas metas contradictorias y no conseguir ninguna. Y no hay nada más motivante que fijarte una meta importante, alcanzarla, y después ir a por la siguiente y alcanzarla también.

Metas contradictorias y procrastinacion

3º) Desglosa tu objetivo en proyectos y tareas.

El siguiente paso para dejar de procrastinar es desglosar tu objetivo pilar a tres meses en proyectos y en tareas concretas, y asignarles, a cada una, una fecha y un bloque de tiempo en tu agenda.

Recuerda que un objetivo no es algo que en sí mismo se puede “hacer”: porque un objetivo se compone de muchas acciones y tareas pequeñas que tienes que ir alcanzando. Esos proyectos y tareas son lo que realmente vas a ir haciendo en tu día a día para alcanzar el objetivo final.

La falta de concreción es una gran excusa para procrastinar. Por eso, pregúntate a ti mismo: ¿qué cosas tienen que pasar para que yo alcance mi objetivo pilar a tres meses?

Cada una de esas cosas clave que tienen que pasar es una tarea, o a veces un proyecto, si se compone de varias acciones distintas.

Una vez que has desglosado tu objetivo pilar en todos los proyectos y tareas necesarios para conseguirlo, entramos en el nivel de la planificación semanal. En tu calendario, asigna durante la semana bloques de tiempo concretos para cada una de esas tareas, y respétalos como algo sagrado. Porque esos bloques de tiempo son tu cita con tu yo futuro: son tu compromiso contigo mismo y con lo que te has propuesto conseguir.

De este modo, te aseguras de que cada semana dedicas el tiempo suficiente a las tareas importantes que de verdad te hacen avanzar hacia tu objetivo. Esto te va a ayudar a dejar de procrastinar, porque con los bloques de tiempo estás blindando estas tareas de los mil compromisos y distracciones que te desvían en tu vida diaria.

4º) Comprométete públicamente para dejar de procrastinar

Una vez que has convertido tu Objetivo en proyectos y tareas que distribuyes a lo largo de la semana, el siguiente paso para dejar de procrastinar es, evidentemente, asegurarte de que de verdad las haces. Y esta es una fase muy delicada, porque es precisamente lo que más nos cuesta.

Siempre vamos a encontrar otra tarea más deseable que la que nos hemos propuesto hacer en cada uno de esos bloques de tiempo. Y siempre vamos a encontrar alguna distracción que nos desvíe en ese momento, empezando por nuestro propio teléfono y por las redes sociales, que están literalmente diseñadas para robarnos la atención.

Para evitarlo, y para conseguir mantenerte fiel a lo que habías previsto hacer, es muy útil conseguir ayuda externa, hacer tu objetivo visible a los demás y pedirles que te ayuden.

Es lo que yo llamo “socializar tus metas”, y consiste en compartir con los que te rodean aquello que te has comprometido conseguir durante la semana o en el día de hoy.

Porque cuando te comprometes públicamente a hacer algo, cuando dices abiertamente lo que te has propuesto hacer, estás de alguna manera “sacándolo de tu cabeza”, donde se puede perder entre mil pensamientos y distracciones, y le estás dando “cuerpo”, realidad, a esa tarea.

Ya no eres tú solo el que conoces tu compromiso: tienes testigos, otras personas que saben lo que te propones y pueden preguntarte si lo hiciste o no, y por qué. Y esto ayuda a nuestro cerebro a mantener esa tarea en el primer plano de nuestra atención, lo que hace mucho más probable que lo hagamos.

Dejar de procrastinar y malgastar el tiempo

Conclusión

Para resumir: si quieres dejar de procrastinar, y asegurarte de que de verdad haces cada día lo que tienes que hacer para avanzar en tu vida y en tu trabajo, entonces hay cuatro pasos clave que tienes que dar:

  • Primero, define tu Visión para tu vida y tu trabajo, qué es lo que de verdad quieres, qué es lo que tiene verdadero sentido para ti.
  • En segundo lugar, planifica tu ruta sobre el mapa, definiendo claramente los objetivos que más van a acercarte a esa visión cada tres meses, para evitar dispersarte entre mil metas que entran en conflicto entre sí.
  • En tercer lugar, desglosa tu objetivo en proyectos y tareas, y distribúyelas en bloques de tiempo concretos durante la semana.
  • Y por último, para dejar de procrastinar socializa tus metas, es decir, comprométete públicamente a hacer lo que has decidido hacer.

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2 comentarios en «Cómo Dejar de Procrastinar para Desbloquear tu Vida y tu Trabajo»

  1. Hola Emilio. Tú video me ha parecido muy bueno, muy ilustrativo. Yo, soy un ejemplo andante de todo lo que explicas, no me dejo nada!
    Intentando aprender y aplicarlo, me surge una duda inicial. Imaginemos que para llegar allá dónde me gustaría estar, hay varios caminos válidos. Esos diferentes caminos tienen «objetivos pilar» diferentes pero NO contradictorios. Debería elegir solo uno? Ese 80% por ciento que comentas implica elegir sólo uno, creo. Elegir cuál puede no ser fácil y provocar el fracaso…
    Gracias de antemano. Muy, muy interesante.

    Responder
    • Hola Noelia,
      aunque no sean contradictorios, perseguir muchos objetivos a la vez es una garantía de no conseguir ninguno, porque nuestro tiempo y nuestra capacidad de foco son limitados. Ponte un objetivo prioritario cada varios meses, y cuando lo consigas pasas al siguiente.
      ¡Saludos!

      Responder

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